martes, 10 de noviembre de 2015

Acerca de los Indígenas de la Región

Si bien en un principio convivían más de tres etnias en la zona de Napalpí, las más afectadas por la masacre fueron las etnias mocoví y qom. 

Lengua, costumbres, vestimentas: Como la mayoría de los aborígenes en la zona, hablan en lenguas andinas. Su cultura era funcional a sus costumbres y tradiciones: vivían en habitaciones de leños recubiertas de paja, habitáculos que solían medir unos dos metros de diámetro. Fabricaban objetos de cerámica, cestería y tejidos con finalidad principalmente utilitaria. Durante los meses cálidos casi no usaban vestimenta a excepción de simples taparrabos. En los períodos frescos usaban ropas más complejas y en ocasión de sus celebraciones rituales se adornaban. De este modo poseían un vestido llamado poto, confeccionado con fibras de caraguatá, cuero y ―tras la invasión española―, algodón.También durante los períodos fríos llegaban a abrigarse con ponchos. Los varones adultos adornaban sus cabezas con el opaga, especie de tocado realizado con plumas y cuerdas de caraguatá. Mujeres y varones se adornaban con onguaghachik, es decir, con pulseras, que originalmente se confeccionaban usando dientes y uñas de animales, semillas, plumas, valvas o conchas y cócleas o caracoles (al parecer para obtener algunos de estos elementos practicaban comercio de trueque con otras etnias). De confección semejante a estas pulseras eran los colaq o collares. En cuanto a los nallaghachik, estos eran adornos eminentemente festivos, muy coloridos, compuestos con plumas, flores y hojas.


Modo de subsistir: eran un pueblo predominantemente cazador-recolector seminómade que marchaba en pos de sus recursos alimenticios y existía entre ellos una fuerte división sexual del trabajo: los varones desde muy temprana edad se dedicaban a la caza y a la pesca y las mujeres a la recolección y a una incipiente agricultura hortícola en gran medida influida por aportes ándidos y amazónidos. De este modo, en pequeñas parcelas cultivaban zapallos, maíz, porotos, batatas, mandioca, etc.
cazaban principalmente tapires, pecaríes, ciervos, guanacos y gran cantidad de aves. Como complemento solían recolectar miel y gran cantidad de frutos, frutas del bosque y raíces silvestres.




Religión: Por su sistema de creencias se les ha calificado de animistas y chamanistas; poseían un culto a los seres de la naturaleza y la creencia en una divinidad máxima. Desde él se mantienen aún por transmisión oral resistente, este sistema religioso aunque muchos han adoptado a su modo el cristianismo, en particular el llamado pentecostal ya que sus chamanes en muchos casos se convirtieron en pastores protestantes. En todo caso aún hoy gran parte de la población qom acude a sus chamanes o pio'oxonak que son terapeutas o sanadores. 
 Antes de su aceptación del cristianismo (llegada de los jesuitas) era frecuente entre ellos el infanticidio de los recién nacidos, costumbre que se debía a la escasez de recursos alimentarios que solían sufrir. Por contrapartida, los hijos que sobrevivían eran tratados con especial dedicación y afecto.

Llegada de los Españoles.


La presencia de los españoles significó una gran revolución para los indígenas: por una parte se encontraron con un nuevo y poderoso enemigo, por el otro los españoles involuntariamente hicieron un gran aporte a su cultura: en el siglo XVII los tobas comenzaron a utilizar el caballo y pronto devinieron en un poderoso complejo ecuestre en el centro y sur del Gran Chaco (Chaco Gualamba). Se volvieron hábiles jinetes pese a que su territorio estaba en gran parte cubierto de bosques y selvas (al andar a caballo bajo los árboles solían llevar sobre sus cabezas un cuero hábilmente sujetado a su cuerpo, para prevenirse de las espinas de los árboles y de los ataques de los pumas y yaguares que sorpresivamente les podían saltar desde las ramas).


Con la adopción de la equitación pudieron extender sus correrías, transformándose en las etnias dominantes del Chaco Central (aprovechaban los plenilunios para cruzar con sus caballos el río Paraguay y asaltar las poblaciones cercanas a la orilla izquierda de dicho río, actualmente en la nación homónima). También el dominio del caballo les permitió avanzar hacia el Chaco Austral e incluso realizar incursiones relámpago en las zonas correspondientes al noroeste de la región pampeana. Desde sus caballos, armados con arco y flecha cazaban no solo animales autóctonos sino el ganado vacuno de origen europeo.

Los tobas resultaron ser una de las etnias que mayor resistencia opusieron al intento de transculturación y usurpación del hombre blanco en la región chaqueña, llegando en 1858 a amenazar la ciudad de Santa Fe.


Los españoles se dedicaron también a la incorporación de los aborígenes a la religión cristiana.

De todas formas, la invasión de los españoles llevó a la explotación de la mano de obra indígena, la discriminación racial, la violencia contra los tobas y otras naciones indígenas y el continuo apoderamiento ilegal de las tierras por parte de los hacendados blancos.

Sucesos Previos a la Masacre

En 1924 las autoridades de la reducción dispusieron que los indígenas debían entregarles el 15% de su producción de algodón. A ello, se le sumó el resurgimiento en las comunidades de prácticas chamánicas asociadas con un cierto mesianismo. Aparecieron líderes indígenas que aseguraban que los dioses volverían a la Tierra y les devolverían la vida a los indios que habían sido «mal muertos por los blancos». Así entonces, nació un movimiento popular dirigido por el descontento de los indígenas.

Lanzada una campaña militar para someter a los pueblos indígenas del Chaco múltiples indígenas fueron asesinados y comenzó la desintegración social y cultural de numerosas etnias.
Se fundaron fortines para suprimir a los aborígenes vencidos y anticiparse a una posible rebelión. Luego sus tierras fueron vendidas a colonos, quienes se dedicaron a la producción de algodón con ellas, así también algunos terrenos fueron vendidos, y éstos en su mayoría tratados con productos para exportación. Numerosas tribus fueron confinadas en reducciones en donde fueron sometidas a un régimen de explotación muy cercano a la esclavitud. Una de tales reducciones era Napalpí, que significa, irónicamente, lugar de los muertos, fundada en 1921.

Los aborígenes de la reducción fueron puestos a trabajar y cuidar las tierras de los colonos.

Los aborígenes comenzaron a reclamar, pero con prácticas violentas, atacando las granjas y animales de los colonos . En junio un chamán llamado Sorai fue asesinado por la policía en un confuso episodio y poco tiempo después, probablemente en venganza, mataron un colono francés los indígenas. El gobernador del Chaco, Fernando Centeno, inició los preparativos para una feroz y brutal represión. 

Hechos del 19 de Julio de 1924

Tropas de la gendarmería y de la policía, con el apoyo de grupos privados, atacaron el ‘campamento sagrado’ de El Aguará, donde casi un millar de tobas, mocovíes y campesinos blancos originarios de corrientes, se habían refugiado como respuesta a la tensa situación social que acarreaba la explotación de los hacendados locales, se hallaban bailando a sus dioses y armados con palos. Convencidos de que los dioses los protegerían de las armas de fuego de los hombres blancos no pudieron ofrecer resistencia a los disparos dirigidos al campamento durante cuarenta minutos, dispararon con Winchester y Mauserunos. Los atacantes fueron 130 hombres, entre la policía y gendarmería. Entre hombres, mujeres y niños, se calculan doscientos muertos aborígenes y algunos campesinos blancos. 



Los aborígenes y criollos reclamaban una justa retribución por la cosecha de algodón o bien poder salir de la provincia para trabajar en los ingenios de Salta y Jujuy, que ofrecían mejor paga. Para la versión oficial se trató de una "sublevación indígena". Fernando Centeno, había ordenado: "Procedan con rigor para con los sublevados".

La matanza de indígenas por la policía del Chaco continuo en Napalpí y sus alrededores; parecía como si criminales se hubieran propuesto eliminar a todos los que se hallaron presente en la carnicería del 19 de julio, para que no puedan servir de testigos si viene la Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados.El 90 por ciento de los fusilados y empalados eran tobas y mocovíes. Algunos muertos fueron enterrados en fosas comunes, otros sólo quemados. Se estima que lograron escapar 38 niños. La mitad fueron entregados como sirvientes en Quitilipi y Machagai, mientras el resto murió en el camino.Como trofeos de guerra, los militares cortaron orejas, testículos y penes, que luego fueron exhibidos como muestra de patriotismo en la localidad cercana de Quitilipi.

Dos Versiones

De la masacre de Napalpí parece haber dos perspectivas.





La perspectiva aborigen: Los indígenas eran explotados brutalmente, despojados de sus bienes y obligados a trabajar como esclavos, ademas, se les quería forzar a participar de la religión cristiana y someterlos al mercado. El hombre blanco era violento, y trataban a los aborígenes como algo material, asesinándolos sin que les importase.








La perspectiva criolla: Los aborígenes debían ser reprimidos porque estaban levantados y eran unos bárbaros que pensaban atacar los poblados violentamente, ademas participaban de rituales paganos en los que adoraban a dioses desconocidos, probablemente tratos de brujería.




Versión de los historiadores: Los aborígenes eran auto suficientes y vivían sin la necesidad de pertenecer al mercado capitalista. Mediante la supresión política y económica se pretendía eliminar esa situación e integrarlos al mercado . Entonces se comenzó a privarlos de sus bienes, y a convertirlos en obreros que tuvieran que dar su fuerza de trabajo para poder subsistir. Se quería llegar a un modelo "cristiano y civilizador", donde los aborígenes serían transportados a reservas, y el gobierno daría sus tierras a grandes terratenientes para ampliar la producción y el cultivo 
El colono supo encontrar en el aborigen mano de obra barata y aprovechable, de la cual se basó para mejorar la economía del país, pero ésto termino también a veces de una manera muy poco civilizada.
 

Testimonios

Ciertamente hay varios testimonios sobre la masacre de Napalpí, pero de testigos oculares, quien es un testigo que vivió los sucesos de Napalpí es Melitona Enrique, perteneciente a la tribu aborigen qom.

https://www.youtube.com/watch?v=5zqNzui_v6w < link con breve explicación de la masacre de Napalpí y testimonio de Melitona Enrique.

Asimismo el libro "Crímenes de Sangre" de Pedro J. Solans explica detalladamente lo ocurrido en la masacre y también a Meritona

Una Creencia que aún Perdura

El campamento donde sucedió la masacre de Napalpí, llamado "el Aguará" tenía la característica de estar íntimamente relacionado con la religión de los aborígenes, tal es así que los indígenas siempre celebraban danzas y fiestas en honor a sus dioses, dando gracias a la naturaleza y a lo que ésta les brindaba. No hay presencia de iglesias católicas en la región, pero si hay templos, donde se cree que los aborígenes aun practican su religión reservadamente. Testimonios destacan que, cuando la ’seca’ llega a su fin y se produce una gran tormenta con sus fuertes lluvias, ante de los precipitaciones los indígenas dicen escuchar los ‘tambores’ que ejecutaban los antiguos lugareños masacrados.

Los habitantes consideran el lugar como sagrado, razón por la que no ponen monolitos, placas o señalizaciones de lo ocurrido en la masacre, en vez de ello transmiten su cultura e historia de forma oral.